©Aldebaran Robotics/Difusión. Cuando
se descubre que un niño se encuentra dentro del espectro autista, es
fundamental trabajar con él y estimularlo desde la edad más temprana posible.
Pero la mayoría de las veces esto no resulta una tarea fácil, debido que muchos
autistas rechazan los rostros que les resultan desconocidos o se ven
imposibilitados de decodificar ciertos índices gestuales, lo cual puede
desembocar en un retraso grave en el desarrollo de sus habilidades
comunicativas.
En sus esfuerzos por evitar –en
cierta medida- que esto suceda, investigadores de la Universidad de Vanderbilt
descubrieron, luego de realizar varias experiencias, que los niños -autistas o
no- le pueden prestar mayor atención a un terapeuta robot que a uno humano. Por
esta razón fue que decidieron comenzar a trabajar con Nao, un organismo
autónomo, programable y de mediana estatura, creado por la empresa francesa
Aldebaran Robotics.
No hay comentarios:
Publicar un comentario