Caramelizar cebolla
Una manera fácil de caramelizar cebolla: ponemos en un bol mucha cebolla cortada en juliana con un poco de aceite y un poco de agua y la metemos al microondas cinco minutos a tope de potencia. La sacamos, añadimos azúcar y la volvemos a meter otros cinco minutos.
Compota de cebolla
1 kg de cebollas
100 gr de mantequilla
100 gr de azúcar
20 cl de vino blanco seco
10 cl de vinagre de vino blanco
1 cucharada de café de tomillo
Sal, Pimienta
Hacemos sudar en la mantequilla durante 20 minutos la cebolla finamente picada sin dejar que tome color. Salpimenta y echa el azúcar dejando reducir durante 10 minutos. Humedece con el vino y el vinagre, espolvorea el tomillo, y déjalo cocer a fuego lento durante 1 hora.
Este plato es muy aconsejable como guarnición para carne.
Cebolleta confitada
Poner en un cazo una cebolla tierna cortada en juliana con dos cucharadas de azúcar, dos cucharadas de mantequilla y dos cucharadas de vinagre. Salar. Dejar que se haga a fuego lento hasta que se evapore todo el líquido y la cebolla quede dorada como un caramelo. Para acompañar carnes.
Crujiente de cebolla
Cortar las cebollas en aros finos, mojarlas en almíbar (mitad agua y mitad azúcar) y secar al horno a 160º C sobre un papel antigraso durante 10 minutos. Haga pruebas usando esta técnica con otras verduras: pimientos, papas se sorprendera .
Cebollas asadas
Si van a asar pimientos, aprovechen y metan también en la fuente un par de cebollas de tamaño mediano envueltas en papel albal, a unos 180 grados. Retírenlas cuando estén hechos los pimientos.
Verán que delicia con unos granos de sal gorda y un chorrito de aceite de oliva.
Cebollas fuertes
Si la cebolla le parece demasiado fuerte en una ensalada, pruebe lo siguiente. Ponga encima azúcar. Déjela reposar 15 minutos, lávela con agua y séquela
Cebollas sin llanto
Para no llorar al cortar la cebolla, congélala 10 minutos antes de partirla.
Cebollas sin quemar
Para que las cebollas no se quemen cuando en realidad las necesitamos transparentes, poner un poco de sal justo después de colocarlas en la sartén.
La cebolla estimula el apetito y regulariza las funciones del estómago, es diurética, por lo tanto es un medio importante, como depurativo del organismo.
Algo mas sobre la cebolla
También es muy buena para todas las afecciones respiratorias, cuando tenemos tos, catarro, resfrio, gripe, bronquitis, si nos preparamos el jugo de 1 cebolla junto con el jugo de 1 limón y 2 cucharadas de miel y lo tomamos caliente nos ayudará a recuperarnos. No debemos olvidar que las cebollas crudas o cocidas o también su jugo, funcionan muy bien en caso de estreñimiento.
Es un gran desinfectante, por lo tanto comerla sobre todo cruda, nos ayuda a protegernos contra las enfermedades infecciosas.. Otras de sus propiedades es que nos ayuda a combatir la caspa y la caída del cabello, haciéndonos fricciones en la cabeza, con su jugo frecuentemente. Contiene vitaminas y sales minerales, azufre, fósforo, hierro, calcio, sodio, magnesio etc..... Para aquellos que son diabéticos, incorporar la cebolla a su tratamiento es muy importante ya que ellos necesitan depurar su sangre y la cebolla ayuda a depurarla, desinfectándola, ya que actúa eliminando las impurezas de la sangre, tornándola más limpia y pura y por lo tanto con más defensas. Como punto final les sugerimos, aprovechando de la generosidad y de los conocimientos del Señor Kozel, esta fórmula sencilla para ayudarnos a limpiar y rejuvenecer nuestro cutis.
Extraer el jugo de una cebolla cruda y aplicarlo una o dos veces seguidas, sobre el rostro, masajeándolo hasta que lo absorba totalmente. Este procedimiento embellece nuestro rostro. No desaprovechemos esta oportunidad ya que es fácil, rápida, económica e inofensiva
La cebolla, sana y nutritiva, esconde numerosas propiedades medicinales entre sus capas y además resulta muy versátil en la cocina.
La cebolla es rica en minerales y oligoelementos: calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre, bromo, ... También abundan la vitaminas A, B, C y E.
Además alberga un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas.
Es interesante su contenido en glucoquinina, una sustancia hipoglicemiante considerada la «insulina vegetal», pues ayuda a combatir la diabetes.
Sus enzimas favorecen la fijación de oxígeno por parte de las células, colaborando en la función respiratoria.En cuanto a sus componentes principales son: agua (89%), glúcidos (8,6 g), fibra (1,6 g), proteínas (1,2 g) y grasas (0,2 g), con 38 calorías por 100 g.
De todo lo expuesto anteriormente se puede deducir que la cebolla:
Estimula numerosas funciones orgánicas, pues es diurética, cardiotónica e hipoglucemiante.Tiene asimismo propiedades antisépticas y emenagogas (regulación del ciclo menstrual).
Reduce, al igual que el ajo, la agregación plaquetaria (peligro de trombosis), así como los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico en la sangre.
De manera general, favorece el crecimiento, retrasa la vejez y refuerza las defensas orgánicas, sobre todo frente a agentes infecciosos.
Las indicaciones terapéuticas de la cebolla son:
Edemas, oligurias (escasa formación de orina); congestión de los órganos pelvianos en la mujer y prostatismo en el hombre.
Enfermedades infecciosas; convalecencia; astenia.
Trastornos cardiacos; hipertensión; arteriosclerosis.
Resfriados, gripe, bronquitis y tos.
Digestiones lentas y flatulencia con hipoclorhidria (disminución de jugos gástricos, pero se desaconseja en caso de hiperclorhidria y ardores).
Fermentaciones intestinales; estreñimiento; parásitos intestinales.
Nerviosismo, insomnio, depresiones menores.
Diabetes; reumatismo; obesidad y celulitis.
Un gran saludo
Chef Juan José Hassan Gattas
Instituto Iberoamericano de Turismo, Recreación y Gastronomía.
Isla de Margarita – Venezuela