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Paladares Mundo

30 de septiembre de 2013

Lechón Horneado


Modo de preparación:
El lechón muy limpio le colocaremos cebolla licuada y reservaremos.

Preparación para el marinado:
En abundante jugo de naranja colocaremos, orégano, vinagre, comino, ajos enteros, ajos molidos, pimienta y rectificamos la cantidad de sal.

Con la preparación anterior sumergimos el lechón reservado por un espacio de 2 días y lo llevamos al horno a temperatura muy baja y lo cocinaremos una hora por cada kilo.

Por:
Yorman Ramirez
Mérida – Venezuela
@infococineros

Creme Brulee



Ingredientes:
Crema de leche  120 cm3
Leche  30 cm3
Yemas de huevo  2 u.
Azúcar  30 gr.
Dulce de leche  100 gr.

Preparación:
Llevar a hervor 10 gr. de azúcar con la crema de leche, la leche y el dulce de leche. Colocar en un bowl las yemas y el resto del azúcar. Llevar a baño de María y batir hasta que se disuelva el azúcar. Luego agregar la preparación anterior y remover con cuchara de madera.
Colocar en los moldes y llevar a horno suave a baño de María, cubrir con papel aluminio. Reservar.

Por:
Gastón Langlois

La trufa



La trufa es un hongo subterráneo que se encuentra en simbiosis con las raíces de ciertos árboles, como la encina, el castaño, el roble, el nogal, entre otros, lo que se denomina micorriza. Su nombre deriva del latín "terrae tufer", que significa "excrescencia de la tierra", por su aspecto negro y a veces deforme.
Desde la antigüedad los hombres la han buscado afanosamente y la han creído relacionada con toda clase de fenómenos naturales y mágicos: eclipses, rayos, tormentas. Los egipcios la conocían y era muy apreciada en sus cocinas. Los griegos y los romanos le atribuían virtudes terapéuticas y sobre todo afrodisíacas, más que gastronómicas.

En la Edad Media fue considerada como una manifestación del demonio debido a su aspecto, el lugar donde se encontraba (bosques de brujas y hechiceros) y el hecho de ser afrodisíaca, la hizo caer en la prohibición y acabo en el olvido. Volvió a resurgir con fuerza en el Renacimiento, y ya en tiempos de Luis XIV era estimadísima como manjar.

A principios del siglo XVIII, el botánico francés Geoffroy la clasificó definitivamente como un hongo. Ya para esa época se buscaban, localizaban y cosechaban las trufas, con la ayuda de cerdos y perros a los que de pequeños se les untaba en las mamas de sus madres el aroma de tan preciada joya culinaria. Una tierra casi estéril debajo del árbol y la presencia de un tipo de mosca es indicativo de la posibilidad de existencia de trufas enterradas.

En Francia la reina es la trufa negra: Tuber melanosporum, también llamada de Perigord, que se encuentra en la Francia meridional, aunque también en la región de Aragón en España y en Italia en la Toscana y Spoletto. Es verrugosa y de color negro o gris-violáceo. Pero es la trufa blanca la que alcanza el máximo esplendor entre todas las trufas y además un altísimo precio, entre 2.000 y 3.000 dólares por kilo. El alimento más caro que existe en el mundo, es la trufa blanca del Piamonte en Italia: Se llama Tuber magnatum, de forma irregular globosa, generalmente sinuosa, de color ocre pálido, terroso, blancuzco o ligeramente amarillento en el interior, con un perfume intenso, agudo. Para muchos entendidos es lo máximo en gastronomía.

Por:

Recetas.net

Bacalao al horno con costra de mostaza


Ingredientes:
Bacalao fresco 500g.
½ taza de harina.
100 g de mantequilla sin sal.
2 cucharadas de granos de mostaza.
2 cucharadas de queso Island (rallada).
1 cuchara Crema.
2 Manzanas.
12 espárragos.
1 cucharada de pasta de tomate.
¼ taza de vinagre de sidra.
¼ taza de vino blanco.
2,5 dl de caldo de verduras o pescado.
Tomillo limón.
Basilio.
Estragón.

Preparación:
Mezclar la harina con el tomillo, la albahaca, el estragón, la mitad de la mantequilla, la mostaza, el queso parmesano y la crema hasta que quede una pasta homogénea. Ponga un poco de esta carpeta en los lomos de bacalao y colocar en la nevera durante 30 minutos. Precaliente el horno a 220 º C. En una olla calentar el resto de la mantequilla a fuego medio, agregue la manzana pelada y en rodajas y dejar que se dore. Coloque en un plato y dejar de lado el pan sin lavarse. Colocar el bacalao en una bandeja en el horno y asar durante unos 10 minutos. Ponga la cacerola a fuego medio, agregue la pasta, vinagre, vino y caldo de verduras o pescado tomate y dejar cocer a fuego lento. Añadir la manzana y cortar espárragos longitudinalmente y cocinar unos minutos más. Servir el bacalao en salsa de manzana y espárragos.

Por:
Luis Alves
Portugal

15 de septiembre de 2013

Verduras salteadas


Ingredientes:

250 gramos de champiñones.
1 ½ cucharadita de fécula de maíz.
125 gramos de judías verdes.
1 zanahoria.
1 pimiento rojo.
1 cucharada de aceite.
1 cucharadita de ajo picado fino.
Un litro de caldo.
2 cucharaditas de salsa de soya.
1 cucharadita de aceite de sésamo.
1 cucharadita de azúcar.

Preparación:

Cortar la zanahoria en láminas finas.
El pimiento rojo y cortarlo en trozos.
Las judías, quitar la hebra y cortarlas por la mitad.
Calentar el aceite en un wok, moviéndolo suavemente para bañar el fondo y las paredes
Colocaremos la zanahoria y saltearemos durante 30 segundos.
Colocaremos el ajo y añadiremos  las demás verduras y saltearemos  durante 2 minutos hasta quedar firmes y crujientes.
Disolveremos  la fécula de maíz en un poco de caldo, y mezclaremos  con el caldo restante, la salsa de soya, el aceite de sésamo y el azúcar.
Añadiremos  al wok y removeremos  hasta que se espese la salsa.

Por:
Yorman Ramirez
Mérida – Venezuela
@infococineros

Tizana de leche fría


Ingredientes:

2 potes de leche condensada.
2 potes de ensalada de frutas o en su defecto 500grs. De frutas picadas naturales.
1 botella de vino vermouth.
1 cucharada de nuez moscada.
6 latas de soda.

Preparación:

Unimos todo muy bien, mezclando las frutas con la leche condensada, el vino, y la soda. Si llegara a quedar muy gruesa colocaremos un poco de agua.

Por:
Yorman Ramirez
Mérida – Venezuela
@infococineros.

Boquerones en vinagre


Los boquerones en vinagre son una de las recetas más sencillas que hay sobre el pescado y que sin duda alguna, servirá como tentempié, un entrante fabuloso.
Uno de los entrantes más típicos en cualquier bar y perfecto para acompañar con un buen licor, son los boquerones en vinagre.

Ingredientes:

500 g de boquerones
2 cucharadas grandes de sal gorda
1/2 litro de vinagre
Perejil
Aceite de oliva virgen extra
2 dientes de ajos

Preparación:

En primer lugar limpia bien los boquerones quitándole la cabeza, las vísceras y la raspa, también lávalos bien para evitar que quede ningún rastro de sangre. Una vez los tengas lavados ponlos a escurrir o colócalos sobre un papel de cocina para que absorba toda la humedad.

Para prevenir la contaminación de los anisakis es preferible congelar los boquerones antes de prepararlos al vinagre como mínimo un par de días. Una vez que hayan transcurrido los días, sácalos a descongelar a temperatura ambiente y a continuación, los metes en vinagre con sal que los cubran hasta que comiencen a quedarse del color blanco, curados.

Boquerones

El siguiente paso es lavarlos bien y ponerlos de nuevo a escurrir.

En mi caso, utilizo siempre una fiambrera y voy colocando uno a uno en fila siempre colocando la parte de la tripa o la más blanca hacia arriba, sólo una fila.

A continuación, picamos ajo en trozos muy muy pequeños y los vas colocando por encima de esta primera fila de boquerones, le echas perejil y aceite.

Este mismo procedimiento lo iremos repitiendo con cada una de las capas, en mi casa solemos colocarlos de manera contraria, si la primera fila es horizontal, en la siguiente colocaremos los boquerones de manera vertical, de esta forma al servirlos es más cómodo para extraerlos del recipiente.

Una vez que hayas terminado de colocar todos los boquerones mete la fiambrera en la nevera y déjalo reposar alrededor de unas 6 horas como mínimo para que adquieran todo el sabor.

Por:
Sabor Gourmet

El negocio del caracol


En la granja de Juan José García y Luis María Azpeita no hay ovejas, ni reses, ni piaras de marranos. Su ganado apenas mide unos centímetros, descansa en una concha y, en ocasiones, saca sus cuernos al sol. Crían caracoles, todo un negocio en alza.

En este sector, la demanda supera con creces a la oferta. Así lo corroboran las estadísticas. El 95% de los caracoles que se consumen en España proceden del extranjero. "La mayoría de Marruecos", explica Juan José García, director de Explotación de Caracoles Levante, en la localidad alicantina de Busot.

Su granja es una de las cuatro operativas en la Comunidad Valenciana. La mayoría, sin embargo, se concentran en Andalucía y en el norte del país. El clima favorece la producción en las zonas más cálidas. "Aquí, en Alicante, podemos tener dos o tres puestas de huevos, mientras en las zonas más frías solo una".
En funcionamiento desde hace apenas un mes, esta explotación cuenta ya con 200.000 ejemplares de caracol 'helix aspersa'. "Sin ser conscientes hemos montado uno de los invernaderos más grandes de España, con 7.000 metros cuadrados", apunta. Y eso que las obras todavía no han finalizado.

Del 'ladrillo' y los caracoles

Luis y Juan José nunca soñaron ser ganaderos, pero en unos meses han aprendido todo lo necesario para emprender en un sector, el de la helicicultura, con muchas oportunidades. Incluso para quienes han sufrido en primera persona los reveses de la crisis.
"Yo era hasta hace nada constructor y promotor. De hecho, todavía tengo dos promociones sin vender. Se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo", lamenta García. Junto a Azpeitia, su socio, se lanzó tras ver una noticia sobre este negocio en la televisión. "Visitamos granjas, realizamos cursos sobre la cría. Y ya entonces nos ofrecían contratos para hacerse con nuestra producción futura".

Firmaron y la explotación comenzó a tomar forma. Toda una oportunidad para salir del pozo y conseguir un empleo. "Cuando esté al 100%, se necesitarán tres personas a tiempo completo y en los periodos de recogida, entre 10 y 15 más".

"Hay quien cree que se puede mantener una granja como una segunda actividad, pero no es cierto. Hay que estar siempre pendiente, controlar el hábitat para crear un paraíso para el caracol con ambiente húmedo y mucho vegetación", expone el director de explotación.

Pequeño ecoparque

García define su explotación como un "pequeño ecoparque" donde solo se emplean productos naturales y ecológicos para no perjudicar ni al caracol y al consumidor final. Nada de plaguicidas químicos ni productos fitosanitarios.

Durante su corta vida, los animales disfrutan de todo un vergel. "Les encanta el trébol enano blanco -ocupa la mayor parte del invernadero-, las acelgas y los cardos". Pero también comen pienso vegetal, compuesto de trigo, cebada, centeno, maíz y mineral para fortalecer la concha. "Es el caracol el que decide qué es lo que quiere comer".

Para que un alevín alcance la edad adulta, y por tanto esté óptimos para su venta, se necesitan entre tres o cuatro meses. Es en este periodo cuando ponen huevos, matiza Juan José: "El caracol es hermafrodita pero se necesitan dos para aparearse". Durante una primera etapa, todos los caracoles son machos, pero a partir de los seis meses hacen de hembra y de macho.

Tras ser fecundado, el caracol se entierra para poner sus huevos, entre 80 y 120, aunque una pequeña parte (que oscila entre el 10 y el 15%) no sale adelante. No es un porcentaje relevante si los embriones van a tener un uso comercial. Porque en Rusia y los países árabes son todo un manjar.

De hecho, a las huevas de caracol se las conoce como caviar blanco o de monte. Y se paga a precio de oro: 5.000 euros por kilo. Éste es el objetivo final de Caracoles Levante, aunque para obtener este exclusivo producto es necesario un proceso extremadamente delicado.

"Cuando los caracoles son ya ponedores (es decir, sexualmente adultos) se introducen en pequeños cestos. Cuando uno de ellos se entierra es señal que está poniendo huevos", detalla. Es entonces cuando se vacía el tiesto con cuidado hasta separar los huevos. Y se necesitan 35.000 caracoles para obtener un kilo. Un trabajo completamente manual.

En realidad, no es la única salida comercial del caracol. Todas ellas son rentables. Además de los huevos, destaca su uso cosmético, con las babas como máximo exponente. Pero también el culinario. El paté por ejemplo, es muy consumido en Francia. Y algunas explotaciones incluso los cocinan y envasan para para su venta directa en los supermercados. Incluso la venta tradicional genera cuantiosos ingresos. Entre 8 y 12 euros por kilos.

Por:
Francisco Álvarez
Valencia - España

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