Sabores exóticos y sorprendentes que pueden hacer la delicia de cientos de platos .Si nos remontamos unos siglos atrás comprobaremos el empleo culinario de las flores en culturas como la romana, la griega o la hindú. Además de un agradable sabor y aroma, hacen más atractivos distintos platos, vinos y licores. Las flores aportan matices de frescura y sabores inusuales que sorprenden al comensal. En diversos países de Oriente, se usan desde tiempos antiquísimos las flores de rosa, del naranjo y el limón como condimento de deliciosos platos y como ingrediente de confituras. En los países bañados por el mar Mediterráneo se conoce más el uso culinario de las flores de calabaza y calabacín, bien de primer plato como de guarnición, rellenas, fritas, etc. La cultura gastronómica mexicana siempre ha destacado por los manjares de flores, aunque con el tiempo se ha ido perdiendo.
A la hora de escoger flores para la cocina hay que seguir unas pautas tan rigurosas casi como con las setas, ya que las hay comestibles y también tóxicas. Ser precavido y tener claro que no todas las flores se pueden comer, son dos premisas que se deben tener en cuenta antes de consumir cualquier flor. Las flores de la floristería, por ejemplo, no son las más indicadas, ya que para mantenerlas frescas suelen añadir al agua conservantes que resultan tóxicos para la salud.
No obstante, cuando se cocina con flores, conviene seguir unas normas culinarias, tal y como se hace con el resto de alimentos:
- Procure que las flores realcen el sabor del alimento principal y que no lo enmascaren.
- Consulte con un especialista en el tema en caso de dudar si una flor es comestible.
- Coja las flores de día y con tiempo seco.
- Recoja tan sólo las que se vaya a utilizar en ese momento.
- Lave las flores con sumo cuidado en agua fresca, sin arrugar los pétalos.
- Elimine los estambres, los pistilos y la base blanca de los pétalos para evitar que dén un gusto ligeramente amargo.
- Una vez lavadas, déjelas colgando para que se escurran, y séquelas con delicadeza con ayuda de una servilleta, cogiéndolas por el tallo.
- Algunas flores se pueden secar para usar fuera de temporada, como la lavanda, o las rosas.
- La mayor parte de las flores se pueden conservar en el frigorífico y aguantan frescas y en perfecto estado durante una semana. Los pétalos de rosas recién cortados, dorados en la sartén sin una gota de aceite y espolvoreados con azúcar hasta quedar escarchados. En países como Argelia o Túnez se emplean para perfumar platos como el cus cus y ciertos guisos de cordero.
Su agradable aroma, su belleza y su sabor dulce las convierten en un atractivo ingrediente. Hoy día, se emplean frecuentemente en ensaladas acompañadas de frutas. Cuanto más perfumadas sean las rosas, más sabor y más olor dejarán en el plato. Las flores de jazmín son muy utilizadas en Indonesia para perfumar platos de pollo y otras aves. La flor de menta, de tomillo o de cebollino combinan estupendamente con el pescado.
Flores de calabacín con mozzarella
• 1 o 2 flores de calabacín por comensal, según tamaño
• 1 cucharadita de levadura
• leche
• harina
• 1 filete de anchoa por flor
• queso mozzarella
• sal
• aceite Abrir las flores y limpiarlas delicadamente debajo del grifo.
Preparación:
• Preparar una pasta (para rebozar) con leche, harina, sal y la levadura.
• Poner en medio de cada flor un trocito (tamaño de 1 bastoncito) de mozzarella y 1 filete de anchoa y enrollar la flor como si fuera un paquetito.
• Colocar los paquetitos en la pasta para envolverlos bien con ella, y cogiéndolos con una cuchara freírlos en aceite muy caliente.
Servirlos enseguida.
Helado de manzanilla
• 2 y 1/2 decilitros de nata líquida
• 8 yemas de huevo
• 250 grs. de azúcar
• 1 decilitro de agua
• Infusión
• 15 grs. de flores de manzanilla
• 2 decilitros de agua
Preparación
• Preparar una infusión con la manzanilla y 2 decilitros de agua, dejar enfriar.
• Preparar el almíbar hirviendo el azúcar con 1 decilitro de agua durante 5 minutos.
• Batir las yemas de huevo, añadir poco a poco y batiendo el almíbar.
• Incorporarle la infusión de manzanilla colada, removiendo bien.
• Agregar la nata batida, primero una pequeña cantidad y luego el resto de la nata con cuidado.
• Agregar la nata batida, primero una pequeña cantidad y luego el resto de la nata con cuidado.
• Verter en un molde, tapar y entrar en el congelador un mínimo de 6 horas.
• Formar bolas con una cuchara parisién o saca bocados y servir.
Mochileros Gastronómicos
Valera Estado Trujillo – Venezuela.
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