Buenas noticias para los amantes
de las burbujas: según parece, bebidos regularmente, los vinos espumantes y el
champagne pueden mejorar la memoria espacial, evitar la aparición de demencia o
déficit cognitivo y del Alzheimer.
Lo sugiere un estudio publicado
en la revista Antioxidants & Redox Signarling y realizado por los científicos
británicos Giulia Corona, Jeremy Spencer, David Vauzour, Justine Hercelin y
Claire M. Williams, de la Universidad de Reading.
Los autores descubrieron que un
compuesto presente en las uvas de baya negra, como el Pinot Noir y el Pinot
Meunier, actúa contrarrestando los trastornos del cerebro. Estas uvas -en
particular, el Pinot Noir- se utilizan en la producción de champaña.
"La demencia –explica el
profesor Spencer en la nota de Reading-, se inicia probablemente alrededor de
los cuarenta años y continúa hacia los ochenta. Se trata de un deterioro
gradual, de modo que cuanto antes se ingieran estos compuestos contenidos en el
champagne, mejor".
El mérito de estos efectos
beneficiosos para el cerebro y la memoria podría atribuirse a una sustancia
antioxidante llamada ácido fenólico.
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