Investigadores del CSIC
desarrollan una técnica para detectar fraudes en el aceite de oliva.
Los investigadores de la Estación
Experimental del Zaidín (EEZ) cuentan con marcadores para identificar más de 90
variedades de olivo, incluso pueden determinar la procedencia del aceite.
Investigadores de la Estación
Experimental del Zaidín (EEZ) del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) han desarrollado una técnica con la que son capaces, a
partir de muestras de aceite, de detectar las posibles operaciones fraudulentas
utilizando la mezcla con aceites de otras especies o distintos orígenes. Estos
científicos cuentan con marcadores para identificar más de 90 variedades de
olivo, incluso pueden determinar la procedencia del aceite.
El fraude en la industria del
aceite de oliva aparece con cierta frecuencia a pesar de los controles
específicos realizados por las autoridades sanitarias. Dicho fraude consiste
entre otros en la generación de mezclas de aceites de muy baja calidad como si
se tratase de aceite de oliva. El aceite de oliva no sólo se mezcla con aceites
de otros orígenes como por ejemplo aceite de avellana, cuyo perfil es muy similar
lo que facilita el fraude, sino también con aceites desodorizados.
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