Es bien sabido que en la cocina latinoamericana se trata de
no desperdiciar nada, y es por ello que las diversas partes de una animal
pueden ser utilizadas en diferentes platos. Tanto los indígenas como los
conquistadores del continente americano (una vez estando en nuestras tierras),
echaban mano a todo lo que podían del animal para poder completar su dieta, y
el indígena agregaba además las verduras consistentes en su mayoría en
tubérculos que aun consumimos.
En Venezuela, de la res o carne vacuna, se aprovechan las
costillas y el rabo para sopa por ejemplo, la lengua para guisado, la panza de
res para mondongo, el hígado se asa, algunas vísceras (corazón, bofe, hígado)
se utilizan para un plato llamado chanfaina, etc.
La sopa o caldo de costilla de res es otro de los platos
latinos que aparecen en nuestra mesa, y que suele ser acompañada de verduras
hervidas (dentro o fuera de la sopa), arepas de maíz, casabe, arroz, aguacate,
un buen ajicero, etc. Este tipo de caldos es bien típico de la región llanera.
Los caldos a base de carne con hueso (bien sea de res, pollo
o pescado), además son muy nutritivos, recomendados para personas
convalecientes y con problemas digestivos, esto último ya que ayuda a
restablecer el tejido intestinal y son de fácil digestión debido a la larga
cocción, también poseen colágeno natural.
Para 4 personas:
1 Kilo de costilla de res con carne (se le quita el exceso
de grasa), separadas, unas 8 costillas
¼ de Pimentón verde bien picadito
¼ de Pimentón rojo bien picadito